"Niña,... yo te deseo la locura,
el valor, los anhelos, la impaciencia.
Te deseo la fortuna de los amores
y el delirio de la soledad.
Te deseo el gusto por los cometas,
por el agua...
Te deseo la inteligencia y el ingenio.
Te deseo una mirada curiosa,
una narid con memoria,
una boca que sonría con precisión divina,
unas piernas que no envejezcan,
un llanto que te devuelva la entereza.
Te deseo el sentido del tiempo
que tienen las estrellas, el temple
de las hormigas, la duda de los templos.
Te deseo la fe en la boca de
los aventureros, en la paz de los
hombres que olvidan su destino,
en la fuerza de tus recuerdos y en
el futuro como la promesa donde cabe
todo lo que aún no te sucede."
A. Mastretta
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