Bueno... Ya me había pasado hace años en Barcelona. Creía que no se iba a repetir, pero el jueves por la tarde me volvió a dar un cólico nefrítico. Esta vez se sumaron los nervios de no saber si lo que me pasaba era algo relacionado con el embarazo, y por supuesto, el pasar el dolor "a pelo", ya que para no dañar al bebé no me pudieron poner ningún calmante...
En fin, gracias a Dios ya pasó. Ahora la botellita de agua se ha convertido en mi mejor amiga.
Gracias Luis por todos tus cuidados. Espero no darte más sustos.
2 comentarios:
Aqui estamos para eso, pa lo malo y pa lo bueno. Llora ahora, rie luego.
Os quiero...
ish.
Menudo susto! Parece que los genes nos han jugado una mala pasada a los dos...
Lo importante es que ya pasó, y no te olvides de seguir bebiendo!
Muak
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