29 nov 2006

Para pensar...

Susurró un niño: Dios, háblame. Y cantó una alondra del prado. El niño no lo oyó.

Miró a su alrededor y dijo: Dios, deja que te vea. Y una estrella brilló más que las demás... Pero el niño no se dio cuenta.
Entonces el niño gritó con desesperación: ¡Tócame, oh Dios, y muéstrame que estás aquí!. Dios estiró su mano y tocó al niño... pero el niño espantó la mariposa y se fue ignorante.

2 comentarios:

Sarai dijo...

Lo importante en esta vida son los detalles, las pequeñas cosas. Fíjate bien en ellas y entenderas el porqué de los grandes interrogantes.

Anónimo dijo...

asi es...