26 sept 2006
En el camino...
Considero de lo más difícil conocerse a uno mismo y peor aún: intentar escribir lo que uno es, lo que uno siente…lo que uno se considera.
Más doloroso que el concepto que tú mismo tengas de ti puede ser el concepto que tengan de ti los demás, aunque esto no sucede siempre. Yo hasta hace unos años me consideraba otra persona, ahora me doy cuenta de que era una desconocida para mi misma. La vida me ha enseñado a descubrirme según han pasado los años, desde que me fui de mi casa... de los brazos de mi mamá, del amor de mi padre y del cariño y protección de mis tres hermanos a los que adoro. Uno siempre se considera preparado (al menos yo creía que lo estaba) pero el camino no es fácil, y menos aún lo es dejarlo todo por amor, cambiar de residencia, de ciudad…en definitiva: de vida.
El amor todo lo soporta, todo lo puede. Uno es capaz de cualquier cosa cuando ama. Yo amo con todo mi corazón, soy feliz y cada decisión que tomé hace mucho tiempo la considero acertada. El amor todo lo cubre, todo lo aguanta… te hace cambiar, te hace descubrirte, te intimida, te reta, te transforma en otro (que al fin y al cabo es tu verdadero yo, aunque tú no lo sepas).
Pero este camino hacia uno mismo nunca es fácil.
Desde que me he encontrado he descubierto mi egoísmo, mi debilidad, mi suciedad, mi falta de paciencia, mi necesidad de amor, mi obsesión por lo que me obsesiona, mi frialdad con lo que me molesta, mi falta de entrega, mi falta de valentía, mi temor a herir, mi miedo a la soledad, mis fracasos en este camino hacia mi misma.
También he descubierto mi disciplina, mi orden, mi deseo de ser mejor, mi deseo de agradar, mi entrega a los demás, mi sufrimiento por los demás, mi necesidad de amar, mi dolor ante el dolor del otro, mi necesidad de hacer sentir bien, de dar, de abrazar, de sentir, de vivir, de soñar, de cambiar. En definitiva: mi esfuerzo.
Este es el duro camino hacia el interior de uno mismo,hacia ese lugar en el que se esconde todo lo que uno es sin saberlo, esa puerta que sólo se abre cuando queremos, cuando decidimos arriesgarnos y conocernos. Según el momento de la vida nos comportamos de una manera o de otra. Conocemos el verdadero significado de lo que somos.
Este es el camino apasionante, el sendero de la vida, el camino sin retorno… Un paseo en el que voy de la mano de las personas a las que amo, a las que hago daño, a las que bendigo, a las que cuido y a las que elijo… Es mi decisión. Esta soy yo…
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2 comentarios:
Gracias por estar a mi lado siempre.
Te quiero
Rubén
Siempre voy a estarlo, porque es un regalo para mi tenerte no sólo como un hermano sino como un amigo.
Te quiero.
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